El oasis de 'Source de vie' se encuentra en el sur de Marruecos, en el valle del Draa, a menos de dos kilómetros del pueblo de M'Hamid el Ghizlane (anteriormente Taragalt).

A unas diez horas de Marrakech, doce horas desde Ouarzazate, M’Hamid tiene buenas conexiones de transporte público. Toda la información práctica para venir al oasis aquí.

Última aldea antes de las inmensidades del Sahara, M’Hamid se encuentra en la provincia de Zagora, en el sur de la región de Drâa-Tafilalet. Se encuentra en una encrucijada cultural, su territorio fue una etapa del comercio transsahariano, M’hamid El Ghizlane es parte de un espacio nómada. Con sus casas de adobe o ladrillos de arcilla, el pequeño pueblo de color ocre parece surgir de la arena que lo rodea. El clima es seco con una temperatura alta en verano y fresca en invierno.

El oasis nació en 2009, en dos hectáreas de tierra desértica que alguna vez formaron parte de un gran palmeral, con el deseo de revertir el curso de la historia y reverdecer el desierto.
Toda la región, tanto población como naturaleza, se vio profundamente afectada por la construcción, en 1971, de una presa hidroeléctrica en el valle del Drâa, en Ouarzazate. La presa privó gradualmente a las poblaciones nómadas y aldeanas que vivían río abajo.

La escasez de lluvias dio el golpe mortal al nomadismo. Los agricultores han abandonado la agricultura. Los jóvenes recurrieron al ejército o al turismo. Incluso hoy, la desertificación está ganando terreno, y los jóvenes salen a probar suerte en otros lugares.
'Source de vie' es el resultado de una reunión entre Marie, una mujer francesa nacida en Marruecos pero que no creció allí, y Madani, un jóven saharaui nacido en el desierto.

El oasis comenzó de la nada y nació con muy poco. Se construyó un muro de barro para protegerlo de los vientos de arena. Un pozo excavado con un pico permitió comenzar a regar. A fuerza de sudor y cuidado, se salvaron la cuarentena de palmeras presentes. Otros árboles han sido plantados. Alfalfa y

trigo sembrado, plantaciones eperimentales de hortalizas, a pesar de la ausencia de agua dulce (el agua extraída de la capa freática es salobre con 6 g / L de sal, por lo que fue necesario aprender a cultivar con ella). La vida se ha reubicado gradualmente: además de las variedades cultivadas, la flora y la fauna silvestres han comenzado a reaparecer. El suelo ha vuelto a la vida e incluso puedes encontrar lombrices de tierra. El hábitat, que aún aprovecha al máximo las técnicas tradicionales (ladrillos de arcilla secados al sol) y los materiales presentes en el sitio, ha crecido gradualmente. Se cavó un segundo pozo en 2014, esta vez con un taladro y hasta 37 metros de profundidad. Los paneles solares han reemplazado el generador.


Muchos aprendices y woofers (voluntarios) fueron recibidos y se ensuciaron las manos. El oasis también vive gracias a la recepción de personas curiosas sobre el desierto y que desean salir de los circuitos de la industria turística para viajar de manera diferente, ofrece estancias y diferentes actividades, como talleres relacionados con las culturas locales. Cada turista que pasa ayuda a reverdecer el desierto (ver aquí ).

Madani, que vivió en el desierto hasta los 14 años, antes de que su familia se estableciera, ofrece guiar a los viajeros que deseen explorar el desierto (ver aquí). Sobre todo, estas actividades tienen como objetivo apoyar y desarrollar el proyecto de permacultura que se experimenta en el lugar.

El oasis ahora tiene una capacidad importante de alojamiento en pequeñas casas de tierra (que ofrecen aire acondicionado natural ideal para el calor de los días y el fresco de las noches), una sala de trabajo/biblioteca, una gran sala que puede albergar cursos o reuniones de cualquier tipo, varios "pequeños salones" y lugares protegidos para descansar, todos hechos de materiales naturales, tan propicios para la contemplación como para la reflexión o la creación.

Grillos, pájaros, libélulas, mariposas y ranas ahora habitan en el antiguo silencio del desierto. El lugar es encantador y funciona de una manera que nutre el medio ambiente natural en lugar de explotarlo. Los viajeros, solos o en grupos pequeños; encontrarán lo que buscan durante una estancia o una etapa de su viaje. También es posible organizar estancias, residencias o sesiones de trabajo colectivo. 'Source de vie' es la encarnación de más de diez años de experiencia en permacultura en un entorno desértico, utilizando agua salobre extraída de la capa freática, que es casi exclusivamente el único recurso hídrico.

Refugio de vegetación y vida abundante a las puertas del desierto, el oasis teje vínculos a nivel local (cooperativas artesanales, mujeres y niños de M'Hamid, lugares y asociaciones de los alrededores, que también aspiran a desarrollar coherencia y autonomía, desde una perspectiva de economía social y solidaria, con respeto a la población y al medio ambiente). 'Source de vie' también desarrolla intercambios con territorios más distantes. Desde 2017, la asociación española "BNomad" ( + info aquí ) se ha unido al lugar, organiza talleres y un festival anual de permacultura, oportunidades para descubrir esta filosofía y las prácticas que abarca. Porque la permacultura está lejos de estar limitada a la dimensión agrícola (para más explicaciones sobre la permacultura, ver aquí ).

Hoy, el oasis de 'Source de vie' desea, por un lado, diversificar al público que probablemente se beneficie de un momento de la vida en el lugar (por ejemplo, acogiendo puntualmente a adultos o niños con diversidad funcional). Está abierto al establecimiento de nuevas alianzas con asociaciones, estructuras o instituciones que trabajen en diferentes campos, en particular con personas vulnerables, convencidos de los beneficios mutuos que podrían resultar de estos intercambios y experiencias de vida únicas. Por otro lado, y este es su objetivo principal, quiere convertirse en un verdadero centro de capacitación en permacultura, para organizar sesiones anuales regulares y estancias, para multiplicar intercambios con partes interesadas de cualquier región del mundo, y desplegar su actividad fuera del oasis, en el desierto y los pueblos de los alrededores. Plantar árboles, desarrollar una actividad de producción hortícola, crear conciencia y capacitar a los locales en las prácticas que probablemente les ofrezcan satisfacción y autonomía, alentando a los jóvenes de la región a recuperar las tierras de sus padres y cultivar, en lugar marchar bucando otras opciones de vida. Reverdecer el desierto.